El ser humano es curioso por naturaleza, necesitamos mirar y, en muchos sentidos, ser mirados. “Saber” a través de la mirada, conocer y reconocernos en los otros. Una mirada indiscreta es la que mira sin que el observado lo sepa, indaga y su indiscreción está, muchas veces, en hacerlo sin pudor.

La condición de emergencia sanitaria que vivimos en este momento nos obliga a estar en casa y desde allí seguimos relacionándonos con el entorno, con los otros, con sus modos de ser y de habitar el mundo. La fotografía ha tomado caminos diversos, la apropiación de las imágenes y su reinterpretación ha permitido los más variados acercamientos a ellas y a las representaciones que creamos del mundo. Existe, sin duda, una pandemia de imágenes, extendiéndose y mirándolo todo.

Existe un ojo público que llevamos en el celular, en la computadora, será ahora nuestra herramienta para, desde casa y a través de las vistas de Google Street View, recorrer las calles de una ciudad, cualquiera que deseemos, desde la curiosidad. Ese gran ojo no tiene intención, nosotros sí. Ésta es una invitación a seleccionar del mundo lo que nos permita hablar de ésa, nuestra MIRADA INDISCRETA.

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