El espíritu de Shakespeare y de Cervantes se hace presente en este concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, al conjugar en su programa la Obertura de la ópera Otello, de Gioachino Rossini; la Obertura-Fantasía Romeo y Julieta, de Piotr Illich Tchaikovsky y Don Quijote, de Richard Strauss.

Con esta propuesta musical, el ensamble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura inauguró el Festival de México en el Centro Histórico en 2016, año en el que se conmemoró el 400 aniversario de la muerte de William Shakespeare y de Miguel de Cervantes, bajo la batuta del director huésped Johannes Wildner y la participación solista del joven violonchelista español Pablo Ferrández.

Johannes Wildner, uno de los más destacados directores austriacos, estudió dirección de orquesta, violín y musicología. Acumuló una larga experiencia como miembro de la Filarmónica de Viena y de la Orquesta de la Ópera Estatal de Viena. Después de ser director principal de la Ópera Estatal de Praga y primer director permanente de la Ópera de Leipzig, Wildner fue director artístico de la Nueva Orquesta Filarmónica de Westfalia por diez años, a partir de 1997. Desde 2014 también es director del Festival Austriaco de Ópera y fue nombrado profesor de dirección orquestal en la Universidad de Música de Viena.Otelo, el antihéroe cuya figura es el emblema supremo de los celos, ha llamado la atención de diversos compositores.

El Otelo de Rossini se estrenó en el Teatro del Fondo de Nápoles el 4 de diciembre de 1816. El libreto de Francesco Berio di Salsa se tomó tantas libertades con el original de Shakespeare que lo dejó casi irreconocible.

La historia de Romeo y Julieta, tal y como fue escrita originalmente por William Shakespeare y como ha sido transformada y reinterpretada a lo largo de los siglos por artistas de diversas disciplinas, es sin duda una de las tragedias de valor universal que más han conmovido a sus intérpretes y al público. Tchaikovsky concluyó su Obertura-Fantasía Romeo y Julieta en 1869. Se trata de obra muy significativa en la que el compositor ruso retoma la trágica historia de amor para llevarla a una partitura que desata todo el poder de su invención melódica e introduce angustiosas armonías, que reflejan las desventuras que el cruel destino deparó a los amantes de Verona.El estreno de las Variaciones fantásticas sobre un tema de carácter caballeresco de Richard Strauss se llevó a cabo en Colonia el 8 de marzo de 1898, bajo la batuta de Franz Wüllner. Después de una introducción en la que Strauss se muestra una vez más como un genial orquestador, escuchamos el tema de Don Quijote, que es representado a lo largo de la obra por un violonchelo. Más adelante, aparece el tema de Sancho Panza, personificado por una viola. Después de la presentación formal de los protagonistas, Strauss nos ofrece una serie de diez variaciones sobre esos temas, cada una de las cuales está basada directamente en un episodio de la gran novela de Cervantes.  Queda a la imaginación de quien escucha el reconstruir cada episodio a partir de sus elementos sonoros.

La representación del Caballero de la Triste Figura en este poema sinfónico está a cargo del joven violonchelista español Pablo Ferrández, premiado en el prestigioso Concurso Internacional Tchaikovsky. Algunos de los momentos más destacados en la carrera de Ferrández incluyen los debuts en el Hollywood Bowl con la Filarmónica de Los Ángeles con Gustavo Dudamel, con la Orquesta Sinfónica Bayersichen Rundfunk, con la Sinfónica de Bamberg. Directores de la talla de Valery Gergiev, Yuri Temirkanov, Heinrich Schiff, Dennis Russel Davies o Ryan MacAdams han contado con este joven violonchelista como solista con orquestas como la Filarmónica de San Petersburgo, la Sinfónica del Teatro Mariinsky, Orquesta Nacional de España, Kremerata Baltica, Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino, Orquesta Sinfónica de Galicia, Filarmónica de Helsinki, entre otras.