En 1599 Luis Mercado en su Libro de la peste, afirmaba que “Es necesario que los gobernadores no menosprecien ningún principio de este mal, ni tengan por impertinente cualquier remedio que se les aconsejare, ni se escandalicen de los que les parecieren ser dificultosos y trabajosos, pues el rescate de la vida, en especial de una República, por ningún precio es caro.”

En este tratado consta que una de las medidas fundamentales ante una epidemía es que "NO se CONSIENTAN reuniones, comedias, ni otras fiestas donde hayan de concurrir personas de todos estados y suertes.”

En 1606 al no contar con un número de emergencia "911", Alonso de Freylas, en el libro Conocimiento curación y preservación de la peste informa que es vital que se pregone que "cualquier persona que enfermara de mal de peste, o de otra cualquier enfermedad sospechosa, se pueda libremente CURAR EN SU CASA con condición que llame a un Médico de los que la Ciudad tendrá señalados para este efecto”.

#QuédateEnCasa no es un hashtal actual pero es la mejor medida para buscar el Bien Común.