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Yo soy un perro duro

Crear desde el encierro me ha implicado reestructurar la forma en que me relaciono con personas, animales y cosas que comparten espacio conmigo. Mi proyecto creativo es un registro de esta reconfiguración, de cómo a través de un esfuerzo conjunto de tolerancia y voluntad, las horas confinados pueden resultar en un producto artístico conjunto de entretenimiento digital.

Yo soy un perro duro es una obra multidisciplinaria creada para Instagram Stories que explora la íntima contradicción de Tristán, perro de nueve años y treinta centímetros de altura, que, cuando está en manada, aparenta una dureza (marca jardines, desentierra huesos, se bronquea con otros perros) de la que carece en su vida diaria, donde es profundamente dulce y profesa una devoción incontenible por las espinacas.

La obra, a su vez, dialoga desde el humor con dos creaciones precedentes a las que me acerqué durante estos primeros días de encierro: el cortometraje en blanco y negro: What Did Jack Do? (2017) de David Lynch, donde un mono capuchino que probablemente cometió un asesinato es interrogado por un detective humano, y Los perros duros no bailan (2018), novela de Arturo Pérez Reverte donde un perro (El Negro) narra en primera persona su lucha libertaria.

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