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Lázaro Cárdenas modelo y legado. Tomo tres

1º de diciembre de 1940. A las 12 horas puse en manos del general Manuel Ávila Camacho la banda presidencial. Terminó el periodo constitucional de mi gobierno y salgo satisfecho de haber concluido mi mandato. Me esforcé por servir a mi país y con mayor empeño al pueblo necesitado. Cancelé muchos privilegios y distribuí una buena parte de la riqueza que estaba en pocas manos.

Me retiro con un sincero deseo de que registre el mayor éxito la administración que hoy preside ya el señor general Manuel Ávila Camacho, con quien me siento solidarizado. Me hago el propósito de no leer en mucho tiempo periódicos que hablen de política. Considero tener la fuerza necesaria para no molestarme por ataques, pero es mejor dejar de leerlos. No cometeré error de contestar ataques de personas o de grupos que hayan o no estado en oposición a mi gobierno. Si mi administración tuvo actos que beneficiaron o perjudicaron al pueblo y al país, la Nación lo decidirá cuando se hayan serenado las pasiones de hoy. Si hubo errores, me sentiré satisfecho se corrijan en beneficio de la patria. Me retiro a trabajar alejado por completo de toda actividad política, estimando que así seré más útil a mi país. La fuerza política de que disfruté y las consideraciones que me guardó el pueblo, se debieron principalmente a la investidura legal que tuve como encargado del Poder Público, consideraciones éstas que le corresponden hoy al nuevo Presidente de la República, que es el legítimo representante del pueblo y único dirigente.

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